De un Terapeuta.
El Instituto de Biogestalt contaba con la formación de terapeutas, son cientos de alumnos/as a lo largo de las décadas de su funcionamiento. Para ser terapeuta en Biogestalt era necesario ser de la rama sanitaria, pero más adelante podría cursarla cualquier persona. La formación dura tres años más la elaboración de la Tesina para la capacitación.
Existen numerosos Terapeutas de Biogestalt, que no se rigen por los códigos deontológicos expuestos. ¿Cómo se regula su práctica entonces?. En principio esta información se debe adquirir en las formaciones, pero no tenemos constancia de que haya ningún tipo de insistencia en este aspecto, tampoco ningún documento regulador, ni institución sancionadora. Más bien se anima practicar sus máximas “Todo vale”, “La responsabilidad es del paciente”.
Se puede apelar al sentido común, pero como hemos visto tanto en los testimonios expuestos como en la definición de grupo de manipulación, una de las características de este grupo de terapeutas es la distorsión del sentido común, también de lo considerado prácticas de cuidado del paciente.
Consideramos importante añadir este punto para comprender el enfoque o visión que podrían tener algunos de estos terapeutas a la hora de atender a personas.
¿Regulación de la práctica de un Terapeuta?
Podemos pensar que existe una regulación global, externa a este instituto a la cual acudir los terapeutas, pero esto no es así. La profesión de Terapeuta sigue sin tener legislación propia tanto a nivel estatal como a niveles autónomos y municipales. Existen algunas asociaciones que de modo muy vago proponen un código deontológico, algo pobre, y que no incluye la protección de los derechos humanos en él. Por lo tanto un Terapeuta de Biogestalt se debe guiar por el sentido común, o en ausencia de este, bajo los límites expuestos en la formación que lo capacita, es decir, inexistente.
¿AETG, FEAP y AETB?
A.A.C., creador de la terapia biogestalt, es miembro de las asociaciones AETG (Asociación Española de Terapia Gestalt) y FEAP (Asociación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas). Al mismo tiempo es Miembro Fundador y Presidente Honorífico de la AETB (Asociación Española de la Terapia Biogestalt).
Durante una época, el título de Terapeuta en Biogestalt estaba certificado por la FEAP, es decir, tenía ese aval, y los terapeutas de Biogestalt, tendrían que regirse lo propuesto por ellos sobre las buenas prácticas. Con el tiempo dejaron de tener este aval, ya no tenía esa certificación y pasó a tener la validez que le asignaba la AETB, es decir, un título de certificación propia, las pautas a seguir por los terapeutas serían dadas desde el propio instituto, no desde agentes externos.
De esta manera entendemos que por un lado A.A.C. debería cumplir el código de buenas prácticas de la FEAP y de la AETG.
En la página de la AETG, no hemos localizado dicho código de buenas prácticas, pero sí hacen hincapié en la defensa de la Terapia Gestalt, es decir parece que dejan en un segundo plano o casi inexistente la adecuada práctica de esta terapia.
Pero, acudiendo a la página de la FEAP, encontramos artículos para la regulación práctica, son los siguientes (recordar que durante un tiempo los terapeutas de biogestalt recibían certificación por FEAP):
En este código se definen los principios generales y se establecen las normas éticas básicas adecuadas para las asociaciones y los psicoterapeutas que conforman FEAP. Se trata de estándares éticos mínimos comunes a todas las asociaciones y psicoterapeutas (Art. 1.1)
Las características propias de la profesión y ejercicio de la psicoterapia, cuyo objetivo es promover la integración personal, salud y bienestar de los pacientes y por ende de la sociedad, implica la conciencia del valor y poder de esta función, y la responsabilidad y mayor compromiso ético al que obliga en consecuencia, a psicoterapeutas y asociaciones profesionales, ante los pacientes, los propios psicoterapeutas y sus instituciones profesionales, como ante la sociedad en conjunto. Por su ámbito específico (la psicoterapia como práctica clínica), las directrices éticas derivan de la aplicación de los cuatro principios fundamentales de la Bioética moderna: No maleficiencia, autonomía, beneficiencia y justicia. (1.2)
Todas las asociaciones profesionales miembros de la FEAP deberán incorporar este código ético a sus estatutos (o hacer el propio, si lo tienen, compatible) y los psicoterapeutas acreditados deberán atenerse y remitirse a él en el ejercicio de su profesión. La FEAP, ateniéndose a este código y normas de implementación ejerce la discreción para decidir si trata, y cómo en caso afirmativo, cualquier comunicación, queja o averiguación relativa a cuestiones éticas, así como se compromete a la promoción y desarrollo del conocimiento y cumplimiento de estas directrices.(1.3)
Los psicoterapeutas tienen la obligación de ejercer su profesión de forma competente. (2.1)
Los psicoterapeutas informarán al inicio de la relación terapéutica, y cuando los pacientes lo requieran, de los términos, condiciones económicas, referencia de duración del tratamiento y libertad de discontinuar, así como del método de trabajo -en la forma apropiada para el desarrollo de la actividad terapéutica-. (2.2)
Los psicoterapeutas deberán preservar la confidencialidad en todo lo referente al tratamiento de sus pacientes. Sólo cuando terceras partes legítimas lo requieran, podrán desvelar aquellos aspectos y circunstancias que sean estrictamente necesarios (bajo obligación ética mayor). (2.3)
Los psicoterapeutas deberán ser conscientes en todo momento del poder y características de asimetría que supone la relación terapéutica (y otras relaciones asimétricas en que participan como psicoterapeutas: alumnos, aprendices, supervisados, familiares de pacientes). Por ello deberán mantener los límites adecuados con sus pacientes (pasados o actuales). Se recomienda así mismo evitar relaciones duales, de doble implicación (que aumentan el riesgo de explotación), como sería, como ejemplo, ejercitar una doble relación de psicoterapeuta de una persona y supervisor de la misma. En ningún caso se permite una relación de explotación o abuso, ni ideológico, ni económico, ni sexual ni emocional. (2.5)
Los psicoterapeutas que participen en proyectos de investigación en el campo de la psicoterapia deberán explicar a sus pacientes y sujetos de investigación la naturaleza, objetivo y condiciones de la investigación en que se vean implicados y garantizar la confidencialidad y la obtención del consentimiento informado, verificable y aceptado documental o instrumentalmente (en concordancia con los procedimientos sancionados éticamente por el comité correspondiente).
Además de respeto a los pacientes, como ha sido señalado (punto 2.5), los psicoterapeutas deberán abstenerse de cualquier conducta que pueda resultar nociva para la profesión, los colegas, o los psicoterapeutas en formación. Así mismo, deberán adoptar la acción adecuada frente a la conducta de colegas que pueda ser perjudicial para la profesión, los pacientes o los psicoterapeutas en formación. (2.8)
Es un compromiso para las asociaciones y psicoterapeutas, para la organización global también, fomentar en sus actividades la preocupación y reflexión sobre la ética profesional en todas sus áreas y dirigida a una mejora de los procesos en los que se desempeña la actividad, en pro del mayor beneficio para los pacientes y sociedad en general. (2.10)
Como podemos ver, el código al que se acoge A.A.C es bastante claro. Según la sentencia emitida y los testimonios expuestos, no los llevaba a cabo.
Nos consta que los Terapeutas de Biogestalt son ajenos a esta información básica, debido a las carencias significativas de la formación en Terapeuta Biogestalt en cuanto a la praxis. No se les ha animado a acercarse a estos artículos y podría ser que tras décadas de prácticas, sea la primera vez que leen esto.
¿Regulación por parte de la AETB?
Podríamos pensar que la certificación como terapeuta por parte de la AETB (titulación propia), procuraría incidir en sus estatutos sobre este aspecto tan importante.
No tenemos acceso a sus estatutos, pero con conversaciones con personas recién tituladas no parece que exista ninguna diferencia.
Es decir, el Terapeuta de Biogestalt no tendría la sensación de estar cometiendo irregularidades y esas irregularidades forman parte de la raíz de la base teórico técnica de esta propuesta de Terapia. Tampoco el terapeuta saldría con la formación adecuada como para tener en cuenta el estudio de sus propias responsabilidades.